Rubia, cálida, intensa y a partir de la segunda pinta casi espiritual. Ramalazo monacal con tres cereales y tres flores, no se puede pedir más. Porque una cervecera siempre es, de alguna manera, un templo.
Armonía: Suspiros, teticas de monja y queso muy curado.
Ingredientes: Agua, malta de cebada, trigo y avena, azúcar, pétalos de rosa, manzanilla y jazmín, lúpulo, levadura y nada más, que no es poco.
33 cl // 8,5% ALC. VOL. // 35 IBU
Valoraciones
No hay valoraciones aún.